¿Todavía utilizas Flash en tus contenido e-learning? Actualizar ya no es una opción, es una obligación.
El fin de la era FLASH. ¿Todos listos?
Seguramente has oído hablar del formato FLASH. Hace ya unos años, los banners y animaciones creados con esta tecnología inundaban Internet. Sin embargo, desde hace más de 10 años, una guerra abierta entre Apple y Adobe por la imposición de un estandar para los contenidos web ha terminado dando la razón a los de la manzana, condenando a FLASH a su desaparición en favor de HTML5.
El mundo del e-learning tampoco se libra y muchos contenidos fueron fabricados (y en algunos casos han seguido o siguen siendo fabricados) con esta tecnología. Vamos a poner un poco más de contexto.
¿Por qué HTML5 y no FLASH?
Este es un debate más técnico, pero que podemos zanjar de forma sencilla: FLASH es una tecnología obsoleta e insegura.
El nacimiento de FLASH se produjo a finales de los 90 / principios de los 2000. Un momento en el que Internet parecía de otro siglo, donde las conexiones eran de 56 kbps y donde el vídeo era algo casi imposible de encontrar. En ese momento, FLASH fue una revolución, al introducir animaciones, elementos visuales y movimiento en páginas web donde lo más animado que había era un GIF cutre.
El problema de FLASH es la necesidad de utilizar un plug-in para reproducirlo (un plug-in que oficialmente ha muerto el 31 de diciembre de 2020) y la cantidad de errores y problemas de seguridad que esto produce. Poco a poco, esta situación llevó a los gigantes de la industria a apostar por una alternativa más segura y en abierto (FLASH pertenece a la todopoderosa Adobe), siendo HTML5 el estándar ganador.
HTML5 está todavía en plena evolución pero tiene varias ventajas: no requiere de plug-ins externos para funcionar, es sencillo de implementar, compatible con todos los navegadores web modernos y, lo más importante, compatible con todos los dispositivos móviles/inteligentes (Smartphones, Tablets, Consolas, Televisores, etc.) del mercado.
Vale, ¿y que hago con mi contenido FLASH?
La respuesta corta es: cambiarlo o dejar de utilizarlo.
Si queremos analizarlo con un poco más de calma yo te recomendaría que sigas unos sencillos pasos si todavía te encuentras en este punto:
El primer paso es analizar si el contenido que tienes en FLASH merece ser actualizado. Hay contenido muy bueno que perdura en el tiempo y que tiene sentido actualizar. Hay otro contenido que sencillamente está igual de obsoleto que el formato FLASH.
Si el resultado del primer paso es que merece la pena rescatar el contenido, llega el momento de pasarlo a formato HTML5. ¿Cómo lo puedes hacer? Nuevamente tienes varias alternativas. La primera es hacer uso de alguna de las múltiples herramientas de autor que hay en el mercado. Haremos un artículo sobre estas herramientas, pero quédate con el nombre de Storyline o si quieres algo más moderno y 100% on-line, puedes irte incluso a sistemas como Genially.
Tercer paso: ¿No tienes tiempo? ¿No se te da bien diseñar? No te compliques la vida, contacta con alguna empresa especializada en producción de contenidos e-learning. Al final, las herramientas de autor tienen un coste importante, y tu tiempo vale aún más. Analiza lo que vas a invertir en hacerlo tú y quizás descubras que merece la pena subcontratarlo.
En resumen, si todavía estás utilizando contenidos FLASH corre a transformarlos en HTML5. Si no sabes por donde empezar, contacta con profesionales (estamos a tu disposición) antes de que no haya ningún navegador capaz de reproducir tus contenidos.
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