Retos e-learning para 2022

Los retos para la formación en entornos corporativos en el 2022

En 2020, debido a la pandemia de coronavirus, las instituciones y organizaciones proveedoras de aprendizaje se enfrentaron al reto de migrar a un modelo de formación online. Si bien en este entorno ya existían facilidades para hacer uso de la tecnología, siempre prevalecía la modalidad presencial. Sin embargo, la buena respuesta a la formación virtual ha planteado un nuevo escenario que perdura tras el fin del confinamiento.

En este sentido, la COVID-19 ha supuesto una revolución en el sector de la formación y ha acelerado su digitalización, que ha experimentado un crecimiento importante a nivel global. Pero, a medida que el año 2021 se fue desarrollando, también se produjo un cambio de paradigma a nivel laboral. La cris sanitaria obligó a las empresas a implantar, a marchas forzadas, el teletrabajo. Del mismo modo que ocurría en el sector de la educación, en la actualidad muchas organizaciones conciben el trabajo a distancia como una oportunidad para aumentar su productividad.

Esta tendencia, que sigue creciendo, ha transformado el empleo, pasando de un modelo 100% remoto a un modelo de trabajo híbrido, dentro y fuera de la empresa. En consecuencia, el papel de la formación en entornos corporativos también ha evolucionado. Ahora, su función también incluye la capacitación y el aumento del compromiso de los trabajadores, así como la creación de equipos más inclusivos y dinámicos.

¿Cómo deben plantearse las estrategias de formación en el 2022?

Estos son algunos de los aspectos clave, en forma de retos, para la construcción de espacios de trabajo híbridos de alto rendimiento, totalmente comprometidos e inclusivos, a través de la formación:

  1. Diseñar experiencias de aprendizaje eficaces. Es imprescindible generar una experiencia de aprendizaje que abarque las interacciones entre los alumnos y sus entornos de aprendizaje.
  2. Adoptar estrategias de aprendizaje ágiles. La clave será crear estrategias de aprendizaje flexibles y ágiles que incluyan frecuentes iteraciones de diseño y desarrollo de la formación.
  3. Facilitar el reciclaje de los empleados. El nuevo paradigma del lugar de trabajo híbrido requiere un nuevo conjunto de habilidades. Es imprescindible asegurarse de que la formación proporcionada se centra en proporcionar a los trabajadores las competencias que necesitarán en el futuro.
  4. Impulsar la transformación de la cultura del aprendizaje. La estrategia de formación deberá transformar la cultura de aprendizaje en toda la organización. Esto incluye la creación de marcos de aprendizaje eficaces que apoyen una cultura de aprendizaje continuo y permanente.
  5. Medir y demostrar el impacto de la formación. El departamento facilitador de la formación deberá demostrar el valor y el impacto de la estrategia implantada respecto a la consecución de los objetivos planteados.
  6. Integrar la formación en el plan financiero. Es importante centrarse en el impacto empresarial de la formación, concibiéndola como un elemento que crea valor e impulsa el rendimiento. Para ello, la compañía debe asegurarse de que las métricas relativas a la formación se alinean con los indicadores clave de rendimiento (KPI) de la organización.

Como hemos visto en este post, a raíz de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, en los dos últimos años se ha producido un cambio de paradigma en los modelos de trabajo, adquiriendo el protagonismo el formato híbrido. Esta tendencia, junto con un mayor énfasis en la inclusión, la participación, el compromiso y el rendimiento, definirá las estrategias de aprendizaje del 2022. Será imprescindible tener en cuenta las claves planteadas a la hora de implantar un plan de formación efectivo en entornos corporativos.